sábado, 25 de enero de 2014

La Quinta del Banco



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"Life is not about waiting for the storm to pass, it is about learning to dance in the rain."  Vivian Greene


  La vida es así. Pasan cosas. Cosas buenas. Cosas malas. O simplemente cosas. Lo que es seguro es que pasan, eso te lo digo.
Esas cosas que te pasan y no sabes con quien compartir. "Son mis cosas para que les voy a dar el coñazo" te repites convencido. Hablo de nosotros claro esta. Ellas disfrutan hablando, de lo que sea pero hablando, ay si les cobrasen por cada palabra como cambiaría el cuento ¿De que cojones hablaran tanto?... Quizá de que son las principales culpables de nuestras cosas y que sin ellas nuestras cosas serían solo eso, cosas. Pero no.

Yo nunca he tenido ese problema, quizá porque me quiero demasiado y me gusta hablar de mi con frecuencia, no vaya a ser que me empiece a descuidar y me vea dentro de un par de meses sentado frente a mi sofá viendo alguna serie española de esas que te dan ataques de risa, pero de lo malas que son. Vamos. La mayoría. Siempre he hablado mucho de mis problemas y de los problemas de mis amigos. Odio dejar pasar las cosas con un "ya se solucionara" completamente vacío de todo lo que esa frase podría estar llena. Frase, es una forma generosa de llamarlo. Y así, reflexionando, como de costumbre he llegado a una conclusión, las conversaciones mas importantes de mi vida han sido en los bancos.

Quizá sea por ser de la generación de los 90, pero creo que no hay momentos de mi vida en los que los bancos de las calles y parques de Madrid no hayan estado presentes. Mis primeras caídas, mis primeras risas, mis primeros partidos de fútbol, mis primeros amigos, mis primeras peleas, mis primeras "uy que niña mas guapa" que con el paso del tiempo se han convertido en "joder que cachonda esta aquella"(No me enorgullezco de ello) mis primeros besos, mis primeras borracheras...

Pero además de eso me he dado cuenta, que cuando algo me agobia, me raya o simplemente se mete en esa parte del subconsciente de donde parece que "las cosas" no pueden salir y se quieren quedar a vivir dentro de ti (torturandote con una tortura similar a escuchar la discografia de Leonard Cohen entera un domingo de resaca) siempre acabo sentado en un banco. Pensando. A veces solo, otras acompañado. Pero pensando.

Pensando si estoy solo. Hablando, cerveza y cigarro en mano si estoy con ellos. No hay mejor consulta psicológica para el cuerpo y el alma que: Un six pack de Mahou Clasica, dos colegas de verdad y una buena conversación, de esas que tienen de todo. Que pasas de hablar de Higuaín a hablar de Truman Capote en cuestión de segundos. Que maravillosos son mis Amigos.

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Ya nadie se sienta en los bancos a hablar, aunque sea con ese anciano/a que esta sentada dándole de comer a las palomas. Si Forest Gump levantara la cabeza... Porque historias como las de Forest tenemos todos, el problema es que cada vez la gente se resiste mas a contarlas, pero yo no.
 Yo voy a seguir yendo a los bancos cuando este frustrado, cabreado o triste. Por que nada me tranquiliza mas que ver la vida de las personas pasar a toda leche, como si fueran Usain Bolt montado en el Concorde, mientras que yo estoy sentado. Quieto. Simplemente disfrutando. Así que he abierto esto para informaros de lo que pasa por los bancos de Madrid, que no creo que estéis muy al día y para deciros que la vida esta para disfrutarla y que todos deberíais tomaros un respiro y aprender a bailar bajo la tormenta.

XVIII.



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